Entre el Repertorio y la Disposición: Navegar la complejidad de las comunidades artísticas

Navegantes de la Complejidad

¿Gerentes o Navegantes? Una nueva mirada a la comunidad artística. A menudo visualizamos nuestros talleres y colectivos como edificios sólidos y ordenados, pero esta visión estática nos condena a la irrelevancia. En este texto exploramos por qué la eficiencia puede ser enemiga del arte y cómo el exceso de apego a nuestro «archivo» (Repertorio) nos impide innovar. Descubre por qué necesitamos menos gerentes y más navegantes de la complejidad, capaces de provocar la turbulencia necesaria para hackear la técnica, reactivar el propósito y, en última instancia, alterar las reglas del juego cultural.

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En el ámbito de la edición de arte y la investigación basada en la práctica, a menudo incurrimos en la trampa de concebir nuestros colectivos, talleres o grupos de investigación como estructuras arquitectónicas: edificios sólidos, jerarquías claras y «equipos» funcionales listos para la producción. Sin embargo, esta visión cartesiana es, en el mejor de los casos, una simplificación ingenua y, en el peor, una condena a la irrelevancia.

Desde la perspectiva del cMOOC, donde entendemos el conocimiento como un fenómeno distribuido y rizomático, debemos romper esa imagen estática. Una comunidad de práctica artística no es un objeto que se posee ni un lugar que se habita pasivamente; es un sistema atravesado por una tensión vibrante, fuerzas invisibles que operan bajo la superficie de nuestras interacciones.

Al igual que en la Gráfica Expandida, donde la matriz ya no es solo un soporte físico sino un nodo de relaciones, nuestras comunidades no deben entenderse por su «foto de grupo», sino por sus flujos de energía. Comprender esta dinámica oculta es esencial para transitar de la mera administración de recursos a la verdadera activación de agenciamientos culturales.

Entre el Repertorio y la Disposición

Para navegar la complejidad de una comunidad artística, debemos apropiarnos de una noción social que redefina nuestras categorías operativas. No estamos construyendo un edificio; estamos gestionando un campo de fuerzas en perpetua disputa.

La Tensión Fundamental: Autopoiesis vs. Simpoiesis Toda comunidad viva se sostiene en la contradicción. Por un lado, existe una fuerza centrípeta regida por la Autopoiesis (la capacidad de crearse a sí misma). Esta fuerza busca la identidad, el refugio y la consolidación del Repertorio. Es el archivo, la memoria técnica del taller, la colección de saberes que nos dicta «quiénes somos».

Por otro lado, opera una fuerza centrífuga, impulsada por la Simpoiesis (el hacer-con-otros, el devenir con el mundo). Esta es la fuerza de la Disposición: la voluntad de salir, de hibridar, de romper la endogamia y expandir la gráfica hacia territorios inexplorados. El arte de la coordinación no reside en suprimir esta tensión, sino en habitarla. Si la fuerza centrípeta prevalece, nos convertimos en un ente hermético. Si la centrífuga domina sin contrapeso, nos disolvemos en la entropía.

La Trampa del Archivo: Cuando el Repertorio se vuelve Cárcel La identidad es seductora. La «clausura operativa» nos protege y genera afecto. Sin embargo, en el ecosistema del arte, una saturación de identidad conduce a la Trampa de la Rigidez (Fase K de la Panarquía). Cuando una comunidad se enamora excesivamente de sus propios Repertorios —sus técnicas validadas, sus discursos aceptados, sus «viejas glorias»— se calcifica. El taller deviene en una secta. Abandonamos la investigación en favor de la repetición. La comunidad cree proteger el arte, pero en realidad está asfixiando la Disposición a la novedad. Se vuelve incapaz de leer el presente, considerando cualquier influencia externa (tecnológica, social, estética) como una amenaza a su «pureza».

Del Flujo Laminar a la Turbulencia Creativa Debemos abandonar la dicotomía binaria de «funciona/no funciona». Las comunidades atraviesan estaciones climáticas y estados de flujo:

  • Modo de la Necesidad: El Repertorio funciona. Hay orden. Es el flujo laminar. Pero cuidado: en arte, la eficiencia total suele ser enemiga de la poiesis.

  • Modo de la Contingencia: Las viejas matrices ya no estampan la realidad. Surge la fricción. El archivo falla.

  • Modo de la Posibilidad: Aquí es donde la Gráfica Expandida brilla. Es el flujo turbulento. El caos no es un error, es el sustrato de la innovación. Aquí se rompen los moldes y la Disposición toma el mando sobre el Repertorio.

  • Modo de la Imposibilidad: El caos agota si no cristaliza en un nuevo sentido.

Un editor de arte astuto no teme a la turbulencia; la reconoce como el momento fértil donde la tinta se sale del borde y mancha el territorio, redefiniéndolo.

Asincronía Vital: El Desajuste como Motor Rara vez el Dominio (el tema, la pasión), la Comunidad (el tejido social) y la Práctica (la técnica/método) marchan al unísono. Este desajuste no es un defecto de diseño, es una característica ontológica. El diagnóstico crítico requiere identificar qué «órgano» está en invierno y cuál en primavera. La intervención curatorial consiste en saber desestabilizar la Práctica (hackear la técnica) para reactivar el Dominio, o viceversa.

El Objetivo Final: La Alteración del Paisaje Aquí llegamos al núcleo de nuestra investigación en bajopresion.net. ¿Para qué sostenemos este equilibrio? No es para sobrevivir. La mera supervivencia institucional no aporta sentido. Siguiendo los argumentos sobre estética modal de Jordi Claramonte, entendemos el Paisaje no como una vista bucólica, sino como el régimen de lo sensible: el mapa de lo que es posible ver, decir y hacer en un contexto determinado. El fin último de una Comunidad de Práctica en arte es político y estético: utilizar sus Repertorios y sus Disposiciones para afectar el Paisaje.

Navegantes de la Complejidad Dejemos de aspirar a ser «gerentes» de equipos artísticos; esa figura pertenece al siglo pasado. El contexto contemporáneo exige navegantes de sistemas complejos, jardineros de ecosistemas rizomáticos capaces de leer las corrientes subterráneas.

La pregunta que este cMOOC lanza no es cómo hacer que tu grupo sea más «eficiente», sino: ¿Está tu comunidad atrapada en la adoración de su propio Repertorio? ¿Tienes la valentía de inducir la turbulencia necesaria para activar nuevas Disposiciones? Y, sobre todo, ¿está tu práctica artística sirviendo meramente para decorar el escenario existente, o está trabajando activamente para alterar la estructura del Paisaje?